¡Viva el 1° de Mayo!

Unitario, clasista y de lucha contra el gobierno, el Congreso, los patrones, el capitalismo neoliberal y el imperialismo

Los trabajadores y trabajadoras de todo el mundo nos reencontramos en las calles este 1° de mayo, conmemorando la heroica gesta de la clase trabajadora por las 8 horas de trabajo, y el sacrificio de los mártires de Chicago, que hace 139 años fueron detenidos y acusados injustamente, para ser ejecutados por la justicia patronal un año después. La heroica lucha de la clase obrera seguiría su ejemplo y, al cabo de algunos años, conquistaría las 8 horas de trabajo a lo largo y ancho del mundo. En nuestro país, una poderosa huelga general impondería la conquista de esas 8 horas en enero de 1919.

Una ofensiva contra los pueblos y trabajadores del mundo

Pero no lo hacemos en un momento cualquiera, pues nos encontramos en medio de una brutal ofensiva del imperialismo, particularmente del estadounidense, con trump a la cabeza, contra los pueblos del mundo.

No solo cumplió con su promesa de iniciar una “cacería de brujas”, deportando abusivamente a los migrantes, incluidos peruanos, de los Estados Unidos. Sino que contó con el silencio cómplice, cuando no con el apoyo explícito de varios gobiernos serviles de Latinoamérica, incluido el gobierno de Dina Boluarte.

También impuso un retroceso en la soberanía panameña al volver a desplegar tropas en las inmediaciones del canal de Panamá, lo que constituye una amenaza contra todos los pueblos del continente.

Además, ha iniciado una guerra arancelaria que, aunque evidencia una pugna particular con China, se ceba con los pueblos de todo el mundo, con la finalidad de lograr una mayor concentración de la riqueza en manos de las transnacionales y corporaciones yankis.

No es casual que, en ese marco, Trump busque imponer una “paz” al pueblo ucraniano que significará el desmembramiento de casi un tercio de su territorio nacional en favor de Putin y la oligarquía rusa, de un lado, y el control de sus recursos naturales (tierras raras) en favor de Estados Unidos, del otro.

Tampoco es casual que Trump sostenga el genocidio contra el pueblo palestino, conviertiendo a Gaza en una masiva fosa común, donde mujeres, niños, niñas, ancianos y ancianas, hombres y mujeres, son asesinados día a día por la acción de las bombas yanquis que Trump entrega al gobierno Netanyahu, así como por el hambre y la falta de medicinas debido al bloqueo impuesto por el Estado genocida, sionista y nazi-fascista de Israel. Estado que no es más que un enclave colonial-militar del imperialismo en el Medio Oriente.

Ese es el marco internacionalista de este Primero de mayo. Un marco que nos obliga a recordar, que el capitalismo es sinónimo de explotación, muerte y destrucción. Un marco que nos muestra que el capitalismo nos ha traído a la barbarie. Y por eso, no hay más camino que destruirlo.

La crisis en el país es responsabilidad del gobierno, el congreso y los patrones

Y las cosas no son diferentes en nuestro país. El capitalismo trajo «modernidad» e integró al Perú al mundo, elevando el nivel de vida… pero solo para las clases acomodadas. Según el INEI, entre los años 2019 y 2023, la pobreza urbana casi se ha duplicado, pasando del 14.6 al 26.4%; mientras que la pobreza rural se encuentra en el 39.8%. En general, 30% del país (10 millones de peruanos y peruanas) son pobres (viven con 8 soles al día).

Las mujeres trabajadoras y campesinas cargan con la peor parte: empleos precarios, salarios miserables y violencia machista. En nuestro país, el 51% de las personas que trabajan en la informalidad, son mujeres. La brecha salarial entre hombres y mujeres se mantiene en un 25%. En 2024, 175 mujeres fueron víctimas de feminicidio, y de acuerdo con el Portal estadístico del Programa Nacional AURORA, se han registrado 49 casos de feminicidio hasta marzo de 2025.

Es este mismo sistema económico y social que desveló toda su injusticia y crueldad durante la pandemia del Covid 19, en la que los trabajadores y pobres fuimos obligados a salir a trabajar y condenados a morir por el contagio y sin ninguna esperanza de atención mínima. Un millón fue despedido y la economía popular fue arruinada. En ese mismo lapso los grandes capitalistas hicieron más dinero.

Ahora vivimos una situación parecida con la criminalidad, que se expande y avanza tomando el control de barrios enteros, causando más de 6 asesinatos diarios (500 en lo que va del año solo en Lima, 100 solo en San Juan de Lurigancho). Las extorsiones superan los 5 mil casos, y han provocado el cierre de 2,600 bodegas solo en Lima. Transportistas, colegios y comunidades pobres son víctimas, descomponiendo todo el tejido social.

El Estado patronal, corrupto e inepto, alimenta este caos en lugar de combatirlo. Abandona la educación, la salud y proyectos para mitigar los desastres climáticos. Permite el saqueo de recursos naturales por mineras (legales e ilegales) y los tratados de libre comercio que inundan el mercado incluso con productos agrarios subsidiados, hunden al campesinado pobre. En ese contexto, los sectores más pobres y excluidos de la “riqueza” que ofrece el modelo económico, se convierten rápidamente en carne de cañón para las bandas criminales.

Unir las luchas y levantar nuestras banderas

Pero los trabajadores y el pueblo pobre resistimos luchando. Lo hacen los obreros de Celima contra el cese colectivo que busca destruir su sindicato. Lo hace la población de los conos de Lima junto a transportistas, contra la inseguridad. Lo hacen La Convención por el Gasoducto al Sur y el Valle del Tambo contra el proyecto Tía María de Southern. Todo esto ha dejado al gobierno de Boluarte, odiado por todos, apenas sostenido por un Congreso mafioso.

Pero las direcciones nacionales (CGTP, FNTMMP, FNTCCP, FETRIMAP) en los hechos frenan la posibilidad de que uniquemos nuestras luchas. Por ejemplo, hoy renuncian a convocar un Paro Nacional o una Huelga general, que unifique las demandas y reivindicaciones. Esto debido a que su prioridad son sus planes electorales, que colocan por delante de la solución inmediata de nuestras demandas. Y mientras tanto, siguen conciliando con nuestros enemigos clase en el Consejo Nacional del Trabajo y el Acuerdo Nacional.

Ante esto, lo que necesitamos es enterrar ya al gobierno de Boluarte y abrir un cause verdaderamente democrático en el país, con la conquista de una Asamblea Constituyente, demanda que viene desde lo más profundo del país, que entierre la constitución fujimorista, y que consagre las verdaderas aspiraciones democráticas y de independencia económica y social que necesita el país:  Una salida que solo podrá ser coronada luchando sin tregua y unidos obreros, campesinos, estudiantes y pueblo pobre, hasta la conquista de un Gobierno de los Trabajadores, apoyado en asambleas populares, que garantice la recuperación de nuestros recursos naturales, trabajo para todos y todas, derecho a la autodefensa de las organizaciones obreras y populares frente a la criminalidad, prohibición de despidos, alto a los proyectos mineros que afectan al campesinado, nacionalización del puerto de Chancay para ponerlo al servicio de la economía nacional y un largo etcétera. Todo en el camino a la construcción del socialismo en el Perú, América y el mundo, única salida a la barbarie capitalista-imperialista que amenaza al planeta entero.

Para ello hace falta una nueva dirección: un partido obrero revolucionario como el que construimos en el Partido Socialista de los Trabajadores, que sea capaz de fortalecer la autoorganización democrática y encabezar las luchas, hasta la consecución de estas aspiraciones.

¡Viva el 1° de Mayo clasista, internacionalista y socialista!
¡Abajo la opresión capitalista!

¡Viva la lucha de la resistencia ucraniana! ¡Viva la resistencia del heroico pueblo palestino!
¡Abajo Dina asesina! ¡Por un Gobierno de los Trabajadores!

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