Pronunciamiento del PST 22-Ago
El pueblo del valle del Tambo ha mostrado el camino para derrotar a Vizcarra y su política al servicio de las empresas: la lucha unitaria e intransigente, contra el gobierno, por el logro pleno de sus objetivos.
Ese es el contenido de la huelga indefinida que sostiene el Valle del Tambo desde hace más de un mes. Una huelga que ha enfrentado, con firmeza, la amenaza represiva lanzada por Vizcarra con el envío de las Fuerzas Armadas al puerto de Matarani. Y que ha logrado hasta el momento la suspensión de la licencia de construcción de Tía María, otorgada por el gobierno a principios de julio pasado.
Pero lo más importante es que el pueblo del Valle del Tambo, incluso habiendo obtenido esta victoria inicial, no deja de luchar: la huelga continúa. Y la huelga sigue teniendo como claro contrincante, a Vizcarra.
¿QUÉ SUCEDE CON LA LUCHA OBRERA?
Queda claro, entonces, que luchando es posible derrotar a Vizcarra – CONFIEP. Entonces ¿Qué falta para que la clase obrera haga lo mismo y eche abajo la reforma laboral del gobierno?
La clase obrera viene luchando con todas sus fuerzas, pero de forma atomizada, sus propias batallas contra los ceses colectivos (HIALPESA, Cogorno, BSH…), se cumplan los mandatos judiciales favorables (SITOBUR) o se resuelvan sus pliegos de reclamo (Federación Minera).
La disposición de lucha de sectores de vanguardia de la clase obrera, como la propia Federación minera, que anuncia una huelga nacional indefinida a partir del 10 de septiembre, por la solución a su pliego nacional, muestran el camino a seguir.
LA IZQUIERDA CONCILIADORA SIEMBRA CONFUSIÓN
Sin embargo, quienes van a contramano de esta voluntad de combate, son las direcciones de las principales organizaciones obreras del país (CGTP, SUTEP, CUT) y la “izquierda parlamentaria” (Nuevo Perú y Frente Amplio), que en lugar de señalar al gobierno como responsable por los ataques, y organizar la más amplia unidad obrera y popular contra el mismo, siembran confusión e imprimen al movimiento de las y los trabajadores una política de apoyo al gobierno, encubierta bajo la demanda de «diálogo social».
Para sostener esta política, hacen eje en un supuesto “proyecto autoritario del fujimorismo y la CONFIEP”, alentando la idea de que el gobierno estaría “haciendo bien” en su “enfrentamiento” con el parlamento dominado por el Fuerza Popular, al plantear al adelanto de elecciones generales para el 2020.
VIZCARRA ES EL ENEMIGO A DERROTAR
Desde el PARTIDO SOCIALISTA DE LOS TRABAJADORES, no tenemos dudas del carácter patronal y reaccionario del fujimorismo. Lo hemos enfrentado en las calles.
Tampoco desconocemos que a nivel popular existe un poderoso sentimiento que demanda que se cierre el Congreso y que se vayan todos, y que la propuesta de adelanto de elecciones parece ser la salida a tales aspiraciones.
Mucho menos pasamos por alto las pretensiones de la CONFIEP, empecinada en imponer su plan de entrega de los recursos del país a las grandes empresas, y de superexplotación de la clase trabajadora. Plan que van a procurar garantizar echando mano de todos los métodos posibles, incluyendo a la compra de autoridades políticas, como han demostrado Odebcrecht y el “Club de la construcción”.
Sin embargo somos conscientes, tal como señalan algunos dirigentes obreros, que los decretos supremos 345 (Política nacional de competitividad y productividad) y 237 (Plan nacional de competitividad y productividad), base de la reforma laboral que quiere recortar nuestros derechos, han salido de Palacio de gobierno, con el aplauso del Congreso de la república y los empresarios.
Por eso afirmamos que VIZCARRA ES EL ARTÍFICE DE LOS GOLPES CONTRA LOS DERECHOS DE LA CLASE TRABAJADORA, y como tal, es el principal enemigo a derrotar en esta batalla.
Por eso urge seguir el ejemplo de los pobladores del Valle del Tambo, poner en marcha a los batallones más conscientes de la clase obrera. Necesitamos organizar, desde las bases, la lucha unitaria e intransigente por la derogatoria de los Decretos Supremos 345 y 237, y no detenernos hasta derrotar del gobierno, y con él, al fujimorismo, todos los partidos patronales que viven en el Congreso, y la CONFIEP.
Sólo así, además, podremos abrir camino a concretar el anhelo popular de que realmente SE VAYAN TODOS, y reemplazar este sistema económico, social y político dominado por la lógica de la ganancia, y podrido por la corrupción, por uno nacido del poder de la clase obrera en alianza con el pueblo pobre del campo y la ciudad.
Un gobierno obrero, popular y campesino que termine con el dominio de las transnacionales y bancos internacionales sobre el país, y garantice una vida digna para todos/as los7as trabajadores/as, en el camino del socialismo.
¡DEROGATORIA DE LOS D.S. 345 Y 237!
¡TÍA MARÍA NO VA!
¡FUERA VIZCARRA – CONFIEP Y EL CONGRESO CORRUPTO!