El alza del costo de los alimentos y el gas golpea duramente el presupuesto de las familias trabajadoras. Los sectores más pobres, que han tenido que recurrir a las ollas comunes para resolver el problema de su alimentación, se han visto en la necesidad de reducir sus alimentos, de 3 a 1 al día.
Ante esta realidad, el gobierno de Castillo, con Francke al frente del ministerio de economía (MEF), apenas se ha limitado a declarar que la subida de los precios es un fenómeno mundial, y que no tomarán medidas para controlar los precios.
El gobierno tampoco ha deslizado la posibilidad de decretar el incremento de la remuneración mínima vital (RMV), medida podría devolver al menos una parte de la capacidad de compra perdida con el alza de los precios.
Ante esto, el alza de la tasa de interés de referencia por parte del BCRP, no tiene efecto inmediato en los precios de los productos de primera necesidad. Y el bono de 350 soles resulta completamente insuficiente.
Esta postura se repite frente al alza del dólar, ante la cual el gobierno se muestra impotente, renunciando incluso a la clásica venta de dólares que realizaba el BCRP para tratar de evitar subidas abruptas en el pasado.
En defensa de la economía obrera y popular
En este marco, y ante la inacción de las dirigencias sindicales, la defensa de la economía obrera y popular está enteramente en nuestras manos. Por eso las organizaciones de los trabajadores y el pueblo debemos iniciar nuestra inmediata movilización exigiendo al gobierno de Castillo, que dice ser “del pueblo”:
- Incremento inmediato del salario mínimo igual a la canasta básica. De acuerdo a la CGTP, el salario mínimo debiera ser de S/.1500.
- Control de precios y fin a los monopolios y oligopolios en la industria de la alimentación y las medicinas.
- Recuperación del gas y el petróleo para garantizar un precio asequible a las familias trabajadoras.
La lucha es el camino
Sin embargo, tan importante como saber qué debemos exigir, es definir el método con que debemos conquistar estas exigencias.
Hoy distintos sectores nos invitan a que nos sentemos en la “mesa” del gobierno Castillo, para “conversar” con las autoridades de turno y esperar pacientemente, que “lluevan” las soluciones a nuestras demandas.
La situación que vivimos, en cambio, nos plantea exactamente lo contrario: ¡La CGTP tiene el deber de llamar a marchar para demandar el aumento general de sueldos, salarios y pensiones! Debemos iniciar la movilización independiente de los sindicatos, frentes, ollas comunes y todas las organizaciones obreras y populares para demandar soluciones inmediatas.
El pueblo pobre y trabajador, que se ha visto obligado a poner los más de 200 mil muertos que lleva esta pandemia en el país, tiene el derecho y la necesidad de dejar de lado la “paciencia” y ponerse en pie de lucha en defensa de sus condiciones de vida.